La sirena burbuja y el pez veneno.
La niña tenía una mirada de ojo de pez. Le era muy útil pues vivía en una casita, en el fondo del mar.
Podría parecer asfixiante pero era más parecido a estar flotando que a estar hundiéndose.
La niña era un bicho raro en aquel fondo pero su alrededor era ideal y allí las palabras no existían.
En lugar de palabras allí se pronunciaban burbujas...
El fenómeno de la pronunciación de burbujas era reciente. Curiosamente empezó a producirse cuando llevaron a la niña a su casa marina pero esa historia vendrá después.
La pequeña se llamaba Sirena Burbuja. Era traviesa y pizpireta como todas las niñas pequeñas de la tierra de donde procedía. Su piel cada vez era más cristalina del roce con el agua y sus ojos cada vez se achinaban más de mirar los reflejos de colores que el sol mientras bailaba con los corales y las piedrecitas de los fondos marinos. El color de sus ojos variaba dependiendo de fondo del mar y sus caprichos chillones...
La niña no controlaba el tiempo, tenía relojes de arena pero no tenía tiempos. Es decir, no sabía que significaba. Cuando los corales se apagaba sabía que era la hora de irse a la cama e igual le pasaba en cuanto los colores empezaban a danzar alrededor de su casita...
A Burbuja no le costaba respirar pero su cuerpo había desarrollado una especie de alergia al agua por algunas zonas sobre todo. Unas escamas suaves y brillantes que a veces le picaban y tenía que bailar para que se le pasara.
De todos sus pezamigos su favorito era uno naranja que se llamaba Poisson orange... los peces allí se llamaban por su especie de pez y su color favorito. Este pez Poisson era muy payaso y siempre hacía a sirena expulsar muchos chorros de burbujas; que allí era lo más parecido a reír. Se lo pasaban genial sirena y poisson gluglurreando juntos...
La niña no sabía porque pero quería un montón a aquel pez. No se acordaba que hacía antes de tener ganas siempre de jugar con él.
La niña y el pez eran íntimos y entonces un buen día al llegar a la casita de la sirena su amiga no estaba... el pez se asustó mucho y se enrrabietó... pero un alga del jardín lo llamó; no llores tonto que está aquí esperándote. Raudo poisson batió sus aletas y su cola hasta rodear la cas y llegar al jardín donde se topó con la sirena. Ahora era una sirena de verdad: le habían terminado de brotar las aletas y una preciosa cola brillante le adornaba su diminuta cintura.
La sirena desbocada con sus nuevos atributos no quería para de usarlos y salió de allí disparada. Quería toparse con unas rocas o el fin del agua, poisso casi no podía alcanzarla y al final no pudo. Sirena se estampó contra un cristal blindado. no le dolió tanto el golpe pero quedó petrificada al ver lo que había tras el cristal. Se veía el reflejo de una casa, como la suya, sin agua, sin burbujas....
PD: Creep: bicho raro
Fenómeno de creep: rotura 'esporádica' e irreversible de un material dental... el
"darle un aire"
de andar por casa
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