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martes, 10 de julio de 2012

Diario de un día cualquiera



Aparte de la noche previa de reyertas de gatos y robos de coches, gritos, portazos y tirones de persianas.... el consecuente reto de sueño a los párpados... poco era diferente esta mañana de cualquier otra.

La ciudad se vestía de silencio de pitidos y escasas ruedas contra el asfalto, lo típico para este verano temprano aunque me empeñe en sentirlo por completo en el cuerpo y eche de menos hasta a los grillos....

Todo era igual que siempre esta mañana, hasta el sueño extra... El día ha comenzado como otro cualquiera, no tenía nada de excepcional... Al colocarme tras la barra del bar de siempre, me he sentido como de costumbre, o así me lo pareció entonces creo..


Tras unos 30 minutos sobrados, entre cafés, leche, palabras de buenos días y buenos deseos. En los pitidos y vibraciones de los frigoríficos se hacían sentir esta mañana con especial énfasis... las paredes tiritaban amenazando revelarse textualmente... 

Entonces, no se a que hora exacta, al mismo tiempo que mi compañera Ami ha aparecido tras la puerta oscilante; una de las paredes ha terminado cediendo a su impulso de rebelión en una explosión de botellas que reventaban contra el suelo tras el impulso de la pared aquejada de vibración extrema...


Lluvia de champán para comenzar y variar... 



PD:) Esta Mañana cuarto menguante en aries.... aparte el día ha sido bastante normal o raro según lo quieras mirar... (Pregunta de un Fermín; ¿como siendo tan fresco me parece que estoy ardiendo...?
Otra afirmación del bar; en femenino... 'Echame la leche toda caliente que a pesar del día no estoy muy ardiente.



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