Powered By Blogger

viernes, 24 de febrero de 2012

La mano está da'

Me persigue la certeza de un presentimiento. Vivo campeando pensamientos felices que me asaltan y violan mis intenciones.

La suerte está echada, como siempre, como ha de estar.
Me siento principiante en una partida de poker clandestina. Las cartas estan dadas. La habitación está sitiada por el denso humo. Las luces magenta acompañan el tono distendido de las manos. El tapete verde hierve a golpes; dedos a diferentes ritmos jugando con fichas de distintos valores.

Caras conocidas que permiten saber por donde respira el adversario, en el juego. Las intenciones son claras por todas partes. Mi nerviosismo denota que tengo una mano buena y dudo que alguien la pueda superar. No se me da bien disimular, en este caso, además, me daba igual. Mi cara de poker debía ser tan evidente al cerrar las apuestas que el tesoro central no es muy espléndido, y que más da, lo importante es participar.


Escalera de color al As (de pikas), es escalera real pero ahora no importan esos pormenores. La partida no va de cartas aunque tenga ese mismo sentimiento. El único desconocido de la mesa me observa sin querer demostrarlo. Siento el resquicio de su rabillo. Levanta la barbilla a pesar de sus hombros hundidos que no llevan implícito abatimiento. Su mirada enigmática le hace un misterio por desentrañar; y como cualquier misterio = atractivo y atrayente. El tiempo no se agota pero le toca enseñar al desconocido.
Tú hablas..


PD: No basta con tener buenas manos, también hay que saber confiar en nuestra suerte y jugar con ambas.

Basado en un trino perdido por el camino. 

No hay comentarios: